
Otro año más el maratón más salvaje de los que se conocen se vuelve a quedar sin ganador, después de que los 40 participantes salieran el sábado a las 8:24 horas para recorrer los 160 km. Hoy lunes el belga Karel Sabbe, abandono en el 4 bucle y fue el último superviviente de esta loca carrera organizada por Lazarus Lake.
Cada año se celebra esta sádica y terrorífica carrera donde solo 40 participantes pueden participar en ella y donde la fórmula de lograrlo es secreta. La historia de esta carrera va unida a Martin Luther King y a una cárcel de máxima seguridad. Una historia de los años 70 donde ocurre el famoso asesinato.
La cárcel Brushy Mountain no era un lugar cualquiera, era el lugar donde se alojaban los peores criminales de Estados Unidos, situada en el lado oriental del parque Frozen Head, en las montañas de Tennesse. La ubicación de la prisión redujo las fugas por sus mínimas posibilidades de que los presos regresaran a la civilización.
En el año 1977 tenía entre sus muros a James Earl Ray sirviendo condena por el asesinato de Martin Luther King. Ray logro escapar aquel año de la cárcel y después de 60 horas la policía sabía que no había podido llegar muy lejos su abrupto terreno y empinadas colinas era casi imposible salir de allí con vida. Horas después dieron con el cuerpo de Ray a tan solo 12 kilómetros de la cárcel, agotado sin energías y muerto de frio y hambre con múltiples marcas en su cuerpo que delataban el calvario por el que había pasado esas horas de libertad por la naturaleza salvaje del lugar.
En enero del 85 Gary Cantrell y Karl Henn emprendieron un viaje de mochileros para explorar esa área Frozen Head State. Los dos amigos habituales de los maratones lograron recorrer el parque en un día y pico donde en ese tiempo tuvieron una idea que fue que en el parque sería perfecto para celebrar un ultramaraton. Así fue como nació el desafío Barkley Marathons, cuyo nombre se debe a uno de los amigos íntimos de Cantrell que había sido herido en Vietnam (Barry Barkley).

Solo 40 afortunados cada año se dan cita para correr esta sádica carrera. En la salida no hay sonido de pistola, sino el encendido de un cigarrillo que Cantrell se coloca en la boca, ese es el momento de la salida.
La carrera consta de 5 bucles. 32 km cada una que deben completarse en 60 horas. Los corredores no tienen ni idea del recorrido hasta el día de la carrera, establecen un recorrido del parque y tienen que copiarlo en sus propios mapas junto con una brújula y pocas pistas mas es todo lo que los corredores tienen. El clima poco propicio como ha sucedido este año, con lluvia, frio, viento e incluso granizo ha logrado que ningún corredor pueda terminar esta loca y salvaje carrera.
Un español ha logrado participar en esta carrera y solo pudo completar una vuelta al circuito.
A las 8:23 hora local Lazarus Lake se encendió su cigarrillo y se dio por comenzada la carrera.
Nombres conocidos como Jhon Kelly, Guillaurme Camettes o Jamil Coury tomaron la iniciativa y estuvieron en cabeza de carrera. Jared Campbell se tuvo que retirar en la primera vuelta por culpa de una torcedura de tobillo.
Solo seis corredores llegaron a la tercera vuelta. La noche, las horas de cansancio y el mal tiempo, eliminaron a la mayoria, solo dos se lanzaron a por la cuarta vuelta donde Greig Hamilton regresaba al campamento a primera hora del lunes y un Karel Sabbe conseguia seguir en carrera. Finalmente, a las 9:20 el belga abandonaba y regresaba al campamento.
Barckley un año más vence y logra quedarse sin finisher su carrera.